viernes, 16 de julio de 2010

HUNAMHILLS

Hoy he visitado el mercado atestado de gente delirante y efímera que asomaba desde todas las calles circundantes...Me siento angustiado, la muchedumbre me empuja sumergida en sus asuntos ansiosos.
Como puedo cabalgando casi me sumerjo en un tienda de alfombras.
El cuerpo cubierto de tela negra de un señor me frena del choque aquel.
Ofrezco disculpas,
Aquel hombre me mira con odio y murmura un rosario que no logro comprender.
La tienda tiene una luz amarilla que le da una atmósfera triste casi muerta.
Respiro su olor a azafrán y a orina de tiempo añejo que golpea mis narices al instante. Dentro montones de lana tejida de colores oscuros y rojos a fuerza de polvo mineral.
El piso aterciopelado con despojos de otros tiempos por gente que ya no existe, seguramente.
Me invitan a salir corriendo más que entrar.
Me encamino sigilosamente como quien va una cripta y me pregunto si este será mi día.  
 

Kus-Kus

La ciudad de Zarampióncity permanece en silencio.

Estamos en mitad del invierno más frío y excepcionalmente soleado a medio día que recuerdo.
Mi alcoba vuelve a la vida, los muebles antiguos, permanecen dormidos mientras la humedad
inmersa en sus paredes camina misteriosamente.
Cierro la ventana y aquella cama no quiere despertar al amor y permanece sepulcral.
Respiraba el aire desde donde estaba como si estuviera asustado tembloroso.
Nadie puede descansar en paz esta noche.
Con sumo cuidado me desnudo emocionado observado por la hija del hombre del jardín.
Amor prohibido, pecado y felicidad.
Sonríe dulcemente.